Aún continuo digiriendo lo acontecido anoche en el teatro de los sueños. Cuando me dispongo a realizar como viene siendo habitual la crónica Euro Champions, me niego a dejarme llevar por la euforia.
Me imagino las 90.000 mil almas en un Camp Nou lleno hasta la bandera, con ese “run run” que se vive durante los minutos previos al inicio de “la batalla” antes de las grandes citas europeas, esas noches en que sin ningún género de duda todo el mundo que allí asiste van en sintonía, al unísono, con un único objetivo común ser y estar al lado de los once que salten al terreno de juego. En ese instante que empiezas a sentir esa sensación que recorre tu cuerpo y te pone la piel de gallina, saltan los 22 jugadores mientras se escucha el himno de la champions el pulso se agita, la mente vibra, el corazón se contrae y tu y tus 89.999 cules, esperan a que empiece la batalla.
Anoche al iniciar el choque en la cumbre, quien mas quien menos tenia el temor a los alemanes, club grande y glorioso, de esos que el nombre te impone respeto. Pero vet aquí, que un elenco de artistas junto al muñeco diabólico Messi, hicieron una actuación portentosa desde el minuto uno, una demostración de poderío, un conjunto de recursos bien orquestados por dos ideas: ataca y presiona. Ésas serian dos de las grandes virtudes de las que el Bayern no supo zafarse, la intensidad en el juego fue extraordinaria, y al no tener el balón en los pies, la presión era tan intensa por los 10 jugadores, que se convirtió en un partido de patio de colegio, de ahí que no hubiese color. Éste Barça da miedo pero miedo de verdad, no es flor de un día es una dinámica de juego, esto es lo que realmente asusta a todos los rivales, que salen a verlas venir, y lo que viene es realmente un vendaval de juego.
Me imagino las 90.000 mil almas en un Camp Nou lleno hasta la bandera, con ese “run run” que se vive durante los minutos previos al inicio de “la batalla” antes de las grandes citas europeas, esas noches en que sin ningún género de duda todo el mundo que allí asiste van en sintonía, al unísono, con un único objetivo común ser y estar al lado de los once que salten al terreno de juego. En ese instante que empiezas a sentir esa sensación que recorre tu cuerpo y te pone la piel de gallina, saltan los 22 jugadores mientras se escucha el himno de la champions el pulso se agita, la mente vibra, el corazón se contrae y tu y tus 89.999 cules, esperan a que empiece la batalla.
Anoche al iniciar el choque en la cumbre, quien mas quien menos tenia el temor a los alemanes, club grande y glorioso, de esos que el nombre te impone respeto. Pero vet aquí, que un elenco de artistas junto al muñeco diabólico Messi, hicieron una actuación portentosa desde el minuto uno, una demostración de poderío, un conjunto de recursos bien orquestados por dos ideas: ataca y presiona. Ésas serian dos de las grandes virtudes de las que el Bayern no supo zafarse, la intensidad en el juego fue extraordinaria, y al no tener el balón en los pies, la presión era tan intensa por los 10 jugadores, que se convirtió en un partido de patio de colegio, de ahí que no hubiese color. Éste Barça da miedo pero miedo de verdad, no es flor de un día es una dinámica de juego, esto es lo que realmente asusta a todos los rivales, que salen a verlas venir, y lo que viene es realmente un vendaval de juego.
Messi, es un jugador prodigioso que a mi juicio considero que esta entre los TOP five de la flor y nata de jugadores que han pasado por nuestro club a lo largo de nuestra dilatada historia. Fijaros que hemos tenido grandísimos jugadores, pero esté, es un portento de la naturaleza, hace que las cosas parezcan fáciles, “humilla” a cualquiera que se le ponga delante, quiebra cualquier obstáculo que se le presente, y por si fuera poco define con la precisión de un cirujano, otros grandes jugadores que han vestido nuestra camiseta, sin entrar en nombres, han sido grandes jugadores en determinadas posiciones, regate, precisión de pase, etc., pero la grandeza de Leo es que atesora en si mismo todo lo que tenían aquellas leyendas azulgranas, todo en una única persona, en la que en un spot publicitario rezaba un eslogan “Recuerda mi nombre: Leo Messi".
Con el agravante de que en el fútbol moderno el físico a tomado una especial importancia, en el que cualquier equipo corre a la velocidad de la luz, éste bajito monstruo juega de forma que parece que cuando coge el balón siente que el resto va a cámara lenta y él, antes de definir el pase o el chut, ya sabe dónde ponerla y que hacer con el esférico. Por la gracia de dios, podemos disfrutarte y aquellos que no adoran nuestra camiseta, se rinden a tus pies, por que tú pequeño genio eres en la actualidad el Rey del fútbol mundial.
En cuanto al resto destacar la agresividad en defensa, y la simbiosis Xavi versus Iniesta.
Ayer tuve el placer de disfrutar de vuestro fútbol de 24 kilates en una pantalla gigante, en un bar en el que la mayoría eran seguidores babaros, pero este Barça como en mis anteriores crónicas he apuntado, “te mata” sin piedad. Grande Barça.
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